La subida de la acción de Bankia
está permitiendo que los antiguos propietarios de preferentes y deuda
subordinada de las cajas de ahorros que dieron origen al banco que preside José
Ignacio Goirigolzarri estén un poco más cerca de recuperar su inversión inicial,
o incluso la recuperen por completo, como ocurre con algunos
bonos.
Sin embargo, el proceso técnico de la metamorfosis de los híbridos
en renta variable tiene un efecto secundario para los inversores, que deberán
entregar una parte a la Agencia Tributaria –mayor o menor, en función del
momento– cuando decidan vender la acciones. En el peor de los casos, tendrán que
tributar al 56% por la diferencia entre los 1,3526 euros a los que suscribieron
las acciones y el precio de venta.
Y es que, pese a la quita previa que
les impusieron –del 37,2% a los dueños de las preferentes de Caja Madrid, por
ejemplo–, se considera que los dueños de las preferentes compraron las acciones
a 1,3526 euros. Y la acción concluyó ayer a 1,52 euros. Los casi 0,17 euros de
diferencia tendrán que pasar por Hacienda.
Así, con la escalada en Bolsa
de Bankia, los inversores en las preferentes de Caja Madrid de 2009 y que, tras
el canje obligatorio por acciones, mantengan los títulos recuperarían más del
80% de su dinero. Este cálculo incluye los cupones pagados por las
participaciones, hasta que dejaron de hacerlo, en julio de
2012.
Obviamente, la escalada bursátil es una buena noticia para los
inversores que compraron híbridos y después se quedaron con las acciones. Pero
la última reforma sobre el tratamiento fiscal de las plusvalías obtenidas en
menos de 12 meses les supondrá pagar más a Hacienda. Las ganancias obtenidas por
la compraventa de acciones, fondos de inversión, divisas, opciones, futuros e
inmuebles sufrieron un brusco volantazo fiscal a comienzos de 2013.
Hasta
el 31 de diciembre de 2012, las ganancias patrimoniales derivadas de la venta de
activos con un año o menos de antigüedad tributaban en la renta del ahorro. Se
pagaba entre el 21% y el 27%, en función de la plusvalía conseguida,
independientemente de si se habían logrado en años o en unas pocas
horas.
En un intento por aplacar la especulación, así como por arañar
ingresos públicos de cualquier resquicio, el Ministerio de Hacienda cambió el
criterio. La carga impositiva de estas operaciones depende ahora de la
antigüedad de la inversión. Las ganancias obtenidas en un plazo de un año o
menos tributan al tipo marginal correspondiente según el Impuesto sobre la Renta
de las Personas Físicas (IRPF). Y este, contando con los tramos autonómicos,
supera en algunas regiones el 52%. Así ocurre, por ejemplo, en Cataluña,
Asturias y Andalucía.
Los expreferentitas de Bankia que recibieron
obligatoriamente acciones de la entidad tienen un dilema. El canje por acciones
se llevó a cabo en mayo, por lo que están dentro del plazo de 12 meses. Si
venden ahora asumirán un fuerte carga fiscal. Si venden a partir del 24 de mayo
de este año –un año y un día después de que se cerrara la ampliación de capital
por el canje de híbridos–, es posible que los títulos de Bankia pierdan
brillo.Aunque ya hay algunas casas de análisis que asignan a la entidad un
precio objetivo cercano a los 1,8 euros por acción. Eso sí, entonces reducirán
su tributación sobre plusvalías a entre el 21% y el 27% por las
plusvalías.
Hay que añadir otro ingrediente a esta compleja receta. Los
alrededor de 80.000 propietarios de preferentes, en su mayoría compradores de la
emisión lanzada en junio de 2009 por Caja Madrid de 3.000 millones de euros,
fueron obligados a participar en el salvamento de la entidad. A la inversión
inicial se le aplicó un descuento del 37,2%. El dinero restante (por ejemplo,
62,8 euros de 100) se destinó a comprar acciones a 1,3526 euros.
Las
pérdidas que sufrieron con la quita se consideran rendimientos de capital
mobiliario –aquí se incluyen dividendos e intereses de depósitos, por ejemplo–
negativos y solo se pueden compensar con rendimientos positivos de la misma
naturaleza en el plazo de cuatro años, según explica Luis del Amo, secretario
técnico del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). Es decir, sobre el
ejemplo de 100 euros de inversión, el rendimiento del capital mobiliario
negativo (37,2 euros) podrá compensarse con intereses o dividendos. Y es que la
ganancia obtenida por la venta de acciones no computa para reducir los
rendimientos negativos anteriores. Eso sí, las plusvalías de la venta de
acciones de Bankia se podrían compensar con minusvalías del mismo tipo obtenidas
en el mismo plazo
No hay comentarios:
Publicar un comentario